2ª semana. Día 4.

jueves, 4 de diciembre de 2008 |

Hoy ha estado con nosotros Margherita en el estudio, El hecho de que haya alguien de espectador de vez en cuando me resulta bastante “acogedor” (es la palabra que se me viene a la cabeza). Me gusta, porque hace que pongamos los pies en la tierra y sinteticemos de alguna manera lo que ya tenemos. Y por supuesto, por la posibilidad de poder intercambiar opiniones.


Suele pasar que cuando te tiras tantas horas encerrado en el estudio, te metes tanto en tu "propia historia" que a veces pierdes la noción de lo que haces. Así que cuando además de “probar y hacer” , también tienes que “mostrar”, creo que sin proponértelo, de manera natural y por sentido común, haces un ejercicio de síntesis con el propósito de facilitar la comprensión al que mira. No obstante, Margherita no ha interferido para nada en nuestro trabajo, hablo más de una sensación interna que a mi me viene.
Después de estar probando algunas películas flash nuevas que había hecho Román, Marghe tenía la idea de hacernos una entrevista a los dos, así que cuando acabamos sobre las 5, nos fuimos a un bar y nos preguntó sobre Avatar*

Lo que nos pasó, fue que sus preguntas hicieron que buscáramos respuestas concretas y creo que para Román y para mi fue bastante esclarecedor, y a la vez que nos hizo ordenar todo lo que teníamos en la cabeza, también nos hizo desechar (por el momento) algunas ideas que aunque estaban escritas en el proyecto, a día de hoy no han tenido lugar dentro de la pieza.
En fin, me gustado este día con Marghe porque aunque ella no lo note, a nosotros nos sirven mucho sus comentarios e impresiones sobre nuestra manera de trabajar, la relación que ve entre nosotros y su visión (completamente lúcida y acertada) sobre Avatar*, ella nos dice : “esto no me parece un solo, sino un trío”. Y tiene toda la razón, la colaboración entre nosotros tiene que ser tan estrecha, que no sólo bailo yo, sino que Román a veces me dirige, otras yo a él, y otras, es el mismo azar, la casualidad, la que nos da un camino para continuar. Y no en vano, en principio se llamaba "Avatar, un sólo en compañía", ya que le hemos quitado el subtítulo (simplemente por el peso de la palabra y el transcurrir de los días), el asterisco* de alguna manera, nos lo recuerda. No es un solo, es una pieza interactiva.



Cambiando de tema (o no tanto), os dejo el link de la última escena de la película Beau Travail (Claire Denis, 1999) que ayer me descubrió Mario, y que a la vez le descubrió Pablo Rincón (esperad hasta el final, después de los títulos de crédito, porque viene lo mejor).
A mi me ha encantado, no sé si se relaciona demasiado con lo que estamos haciendo, pero todo influye… todo influye...
m.a.

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